
El mundo minimil a través de sus escaparates
Así como un libro se juzga por la portada, nuestros escaparates atrapan por su puesta en escena, sus figuras, sus colores y sus pistas. Los maniquíes se van humanizando poco a poco para dotarlos de más movimiento, expresión y libertad. ¡Que se muevan, se sienten y nos sirvan de espejo!
El arte, el juego, la sorpresa y los animales… nunca sabes. Cada temporada mudan los escaparates como las estaciones para sorprender al transeúnte que tiene 3 segundos y un 90% de posibilidades de pararse a contemplarlos. Está comprobado que muchos paran, otros cuantos miran y solo algunos fabulan buscando mundos de conexión paralelos. Si ves nubes de alambre en forma de tocado sobre las cabezas de las maniquíes, elefantes indios de cartón con sus plumas y joyas, pingüinos entre cajas y confeti, sapos y princesas, caseras vascas, una corte de minifieras doradas que juegan con las letras de madera minimil o tres figuras de negro que ocultan con el velo unas orejas redondeadas que evocan al Mickey Mouse, probablemente estés delante de un escaparate minimil que te está contando una historia.



