
CASERIO
La inspiración de una marca de moda viene por afinidades, recuerdos y admiración de lugares que han sido la propia casa; referencias y herencias familiares vividas de la propia cultura de origen: éste es el caso de minimil y los caseríos vascos.
El caserío es sinónimo de familia y de trabajo y uno de los símbolos del País Vasco. En Gipuzkoa hay unos 12.000 caseríos, unos ricos y otros pobres y el 90% tiene más de 100 años. El caserío es una vivienda unifamiliar, agropecuaria, multifuncional, compacta y exenta, y construida por las mismas personas.
Un caserío o Baserri (en vasco) puede alcanzar una altura de 15 metros. Suele disponer de una planta baja en la que se instalaban graneros, establos y demás dependencias agrícolas, y de una o más plantas elevadas que servían de vivienda. Tradicionalmente, el caserío estaba rodeado de los terrenos agrícolas que suplían prácticamente todas las necesidades de la familia, proveyendo de alimentos, ropas, etc., a sus moradores. Integrados en la propia construcción o en edificios anejos, se podían instalar talleres de manufactura para tejidos, labrado de piedra, herrerías,…
Pese a que la propiedad recaía sobre el varón, la administración del caserío solía correr a cargo de las mujeres de la familia en una especie de “matriarcado”. Las mujeres llevaban a cabo el planeamiento de las cosechas, el ganado, etc. , y en general administraban la propiedad. El estatus de la mujer en la cultura vasca es quizá el más alto de Europa. Por otro lado, al quedar el caserío adscrito a una familia determinada, tradicionalmente ésta recibía por apellido un topónimo asociado a su caserío. Hoy en día, los caseríos vascos son muy valorados por su gran atractivo histórico y paisajístico.

La esencia de minimil recoge de los caseríos vascos las vivencias propias de la creadora de la marca, Contxu Uzkudun, la tradición del trabajo familiar en las generaciones de dicha familia, la constancia y la sobriedad de una cultura reflejada en unos tejidos utilizados en los trabajos del mismo caserío, una historia enmarcada en la fértil tierra vasca, en su paisaje frondoso y lluvioso, en los colores verdes y en el carácter de sus gentes.
Todos esos arraigos, matices, cultura, herencia que se han vivido y se sienten como propios y como riqueza del país, son los que se concretan en parte de las piezas que realizan en las colecciones de minimil y que dan forma al concepto y línea New Basque Style.

