BELEA
Descendió de los cielos y creó la tierra firme. A partir de una parra brotaron los hombres y, poco a poco, las diversas especies de animales y plantas. Al cuervo se le atribuye la creación del mundo según la mitología animalista inuit de Alaska.
En la mitología nórdica, el dios Odín es acompañado por dos cuervos: Hugin, que simboliza el pensamiento y Munin, que representa la memoria. Los dos cuervos informaban al señor de los dioses nórdicos de todo lo que pasaba en sus reinos y se identificaban con las valquirias, que llevaban a los caídos en batalla al paraíso bélico conocido como valhalla.
Para los griegos, Apolo es el culpable del manto negro del cuervo, ya que eran blancos, hasta que el dios los castigó de negro, por no haber vigilado la infidelidad de su embarazada mujer Coronis.
Los cuervos aparecen en muchas obras literarias como el famoso poema de Allan Poe, las fábulas de Esopo o los relatos de Dickens. También en el Hobbit, en libros de Stephen King, Asimov, en la película «Pájaros» de Alfred Hitchcock y en Harry Potter.
“Entonces, este pájaro de ébano
cambió mis tristes fantasías en una sonrisa
con el grave y severo decoro
del aspecto de que se revestía.”
Edgar Allan Poe, El Cuervo. 1845.El cuervo, de plumaje negro y brillante, es una de las aves más grandes e inteligentes. Su nombre en euzkera es “Belea”, “Belia” y “Erroia”. Omnívoro y carroñero de pico fuerte, es poco sociable pero fiel a su pareja hasta la muerte. Desconfiado con el hombre, habita en lugares poco poblados, como son las montañas, los grandes bosques y las costas. En el País Vasco, crían contadas parejas, pero en otoño e invierno se les ve en grandes bandos en las vegas y valles, donde encuentran abundante alimento como maíz y caracoles.
El cuervo es un mensajero incomprendido de la inteligencia, la sabiduría y el conocimiento. minimil lo admira como un héroe de brillante y profundo plumaje negro, con su elegante, oscuro y eterno misterio.